Comunicación integral de colectivo en Esmeraldas:
Pronunciamiento Público de la Red Badeas frente a vandalismo homofóbico en Esmeraldas
¡NO PERMITAMOS QUE EL ODIO NOS DEFINA!
Esmeraldas, 01 de septiembre de 2020
La Red Badeas, una organización comunitaria LGBTIQ+ de derechos humanos en Esmeraldas, expresa su enfático rechazo a las acciones homofóbicas contra el primer mural con contenido abiertamente LGBTIQ+ en Esmeraldas denominado “Iguales
en Dignidad y en Derechos” y que hace referencia al artículo 1 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
“Este acto de odio es un reflejo más
de la violencia y discriminación cotidiana a la que nos enfrentamos las personas lesbianas, gays, trans, intersexuales, queer y otras diversas a las cis y heteronormatividad en
nuestra sociedad” El 01 de septiembre
2020 esta expresión artística fue vandalizada con un mensaje instigador al odio. Desde la Red Badeas llamamos a la sociedad
en general a respetar y reconocer positivamente la diversidad como
un valor inherente a la naturaleza humana. Esmeraldas es una ciudad inclusiva, no permitamos que estos actos de odio definan a toda la sociedad.
Requerimos a las autoridades que investiguen este acto y se pronuncien condenando la LGBTIQfobia
.
Asimismo, invitamos a las organizaciones de derechos humanos que se suman a este llamado al respeto de la igualdad y dignidad humana sin importar nuestra diversidad sexo genérica.
Este mural fue inaugurado en
marzo 2020 a propósito del Día
de la Cero Discriminación, proclamado por las Naciones Unidas
como un llamado a abolir leyes y prácticas que discriminan a las personas solo por ser ellas mismas y fue pintado por el Colectivo Artístico
@ÚteroSintético con el apoyo de
ACNUR, Agencia de la ONU para personas refugiadas.
En poco tiempo este mural se convirtió en un símbolo
local del orgullo de la diversidad.
¡Lo volveremos a pintar!
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La LGTBfobia se recrudece, aunque en unos lugares del planeta más que en otros . Debemos construir movimientos más fuertes, donde la gente se relacione de una manera más estrecha y para ello tenemos que dejar atrás esa época de individualismo exacerbado de la que venimos. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente conservadora, que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infinito5.home.blog escribo sobre ella.
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