Guayaquil, – Con el corazón roto pero con la rabia necesaria para seguir luchando, desde Silueta X levantamos nuestra voz para condenar el vil y cobarde asesinato de nuestro hermano Stalyn Omar Larreategui Arias, conocido y querido por todos como «La Pequeña». Stalyn no era solo un número; era un enfermero, un amigo, un hombre gay whose light was extinguished by hate the night of Friday, October 24th, in El Recreo, Durán.

Este no es un crimen más. Es un ataque directo contra nuestra comunidad, contra el derecho a existir, a ser libre y a amar sin miedo. Stalyn fue asesinado mientras compartía con sus amigos, un acto de violencia premeditado que nos recuerda, una vez más, que el odio homofóbico mata y que el Estado ecuatoriano nos está fallando.

¿Qué sabemos hasta ahora? Testigos relatan que un taxi se detuvo cerca del grupo de amigos y, sin una palabra, uno de sus ocupantes comenzó a disparar indiscriminadamente. Stalyn recibió varios impactos y, a pesar de los esfuerzos por salvarlo, su vida fue arrebatada. La Policía investiga, pero nosotros exigimos más: exigimos que la verdad y la orientación sexual de Stalyn sean el eje central de la investigación.

Palabras de la Mgs. Diane Rodríguez «La pérdida de Stalyn duele. Duele en el alma. Duele porque es la cara de la impunidad y la indiferencia. ‘La Pequeña’ era alegría, era comunidad, era vida. Que su nombre no se convierta en una carpeta más en un escritorio policial. Esto es un crimen de odio y lo vamos a gritar en todas las calles hasta que los responsables paguen por lo que hicieron. ¡Estamos con su familia, con sus amigos y con toda la comunidad de Durán y Guayaquil!»

Nuestra lucha no se detiene. Exigimos:

• Celeridad y seriedad: Una investigación que no deje piedra sin remover.
• Móvil de odio: Que la Fiscalía actúe de inmediato investigando la homofobia como la causa principal de este asesinato.
• Justicia plena: Cárcel para los asesinos.
• Políticas de prevención: ¡Ya mismo! No podemos esperar más víctimas.

Stalyn, hermano, desde el dolor y la rabia te convertimos en promesa. Tu lucha es ahora nuestra lucha. ¡Hasta que todas y todos seamos libres!