«Salí del armario a los 49 años y mi hija me acompañó al Orgullo»

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Desde hace años, durante el mes de junio, la revista LGTBNation tiene una iniciativa que nos encanta. Consiste en que sus lectores envíen las fotos de Orgullos LGTB que hayan sido especiales para ellos.

Y esta en particular nos ha emocionado. La historia de  Glynn Gamble, que recién a los 49 años se identificó como lesbiana y decidió salir del armario

El Orgullo de Atlanta de 2014 fue el primero para ella. Y fue su hija la que decidió acompañarla a tan significativa celebración. No es fácil tener el valor, cerca de los 50 años, para romper con todo y afirmar la verdadera orientación sexual.

Otra imagen que nos ha conmovido mucho es la de la historia de Grace Gheen.«Esta foto es de mi hijo, Chase, y yo en Kalamazoo Pride 2022. Chase tuvo unos años muy difíciles antes de revelarse como un hombre trans. Este fue su segundo Orgullo, pero el PRIMERO como hombre trans. Como una de las personas que planeó Kalamazoo Pride 2022, significó mucho para mí tenerlo allí conmigo, divirtiéndose, sintiéndose seguro de estar afuera y orgulloso de su mamá por planear nuestro orgullo más grande hasta la fecha».

«Pudo unirse a mí en el escenario por la noche y le encantó ver a toda la gente en la audiencia, disfrutando de la celebración y las actuaciones. Mi hijo es un ser humano magnífico. Merece ser quien es sin juicio, sin amenazas y sin sentirse inseguro en ningún espacio».

Qué historias tan emocionantes nos deja nuestro mes y nuestra fiesta mundial y reivindicativa, el Orgullo LGTB.

¡Feliz Orgullo para todos!

Fuente: Reviste Oveja Rosa Diario El Diverso.

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Avatar de feminiateo feminiateo dice:

    Es una historia muy bonita pero solo puede ser posible si las marchas del Orgullo Gay son seguras y no están perseguidas o sean marginadas, algo que la ultraderecha quiere conseguir. Quienes no vivimos del modo en el que el sistema patriarcal esperaría, tenemos que estar más unidxs, mostrarnos poderosxs y proyectar una imagen de fuerza, pero para ello debemos dejar atrás el individualismo exacerbado que ha marcado los últimos años. Debemos organizarnos mejor, al menos de un modo tan eficaz como aquel de la gente que se encuentra todos los fines de semana en sus diferentes templos. En torno a una nueva religión no dogmática, atea/agnóstica (o por lo menos no teísta), feminista, antirracista, ecologista y aliada de LGBTIQ+ lo estaríamos, y podríamos conseguir que se estableciesen comunidades de mujeres, hombres y personas de géneros no binarios en muchos lugares, autogestionadas y con fuertes relaciones de cuidados entre sus integrantes. En el blog infinito5.home.blog escribo sobre ella.

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