En esta nota te contamos de los pronombres no binarios y te decimos cómo usarlos para ser más incluyente con todas las personas.

El uso del lenguaje incluyente se ha vuelto cada vez más popular; hay posturas a favor, hay posturas en contra. Pero lo que sí es innegable es que constituye una forma de incluir a todas las personas en algo tan humano y tan nuestro como es el lenguaje, el habla. Así que hoy, Homosensual, te vamos a introducir algo…  ¡llamado pronombres no binarios, malpensades! Así que órale, vámonos con todo para que salgan de esta nota sabiendo cómo hablar en incluyente. 

Primero nos vamos a regresar tantito a esas clases de español en donde a lo mejor no prestaban atención por hacerle ojitos a su crush de estudiantes, y vamos a recordar un concepto: el pronombre.

¿Qué son los pronombres?

Los pronombres son palabras que usamos para referirnos a personas, animales o a las cosas en general, sin tener que nombrarlas. ¿Esto qué significa? Ah, pues por ejemplo, en vez de decir ‘a Juan le gustan los chacales’, podemos utilizar un pronombre para no nombrar a Juan y solo decir ‘a él le gustan los chacales’.

Ese es un ejemplo de pronombre personal, que es el que se usa para referirse a personas sin llamarla por su nombre (los ejemplos binarios son: yo, tú, él, nosotros, nosotras, ustedes, ellos, ellas). Pero como ya vieron, esos pronombres solo tienen dos géneros: femenino y masculino. Y ahí empieza el problema, bebés de luz… que no solo existen dos géneros. 

Recordemos que hay personas no binarias también, y ellas tienen todo el derecho a que respetemos su identidad. Empezando por no querer encasillarles como hombres o mujeres de entrada al hablarles… Y ahí llegaron los pronombres no binarios a salvar el día.

¿Qué son los pronombres no binarios? ¿Cómo aparecieron?

Los pronombres no binarios son propuestas de pronombres neutros que surgieron en los círculos feministas y transfeministas. ¿Para qué? 1) Para dejar de usar al masculino como genérico universal. 2) Para incluir en el lenguaje a las personas no binarias. 

En un inicio, los pronombres no binarios empezaron usándose en redes sociales, blogs y otros espacios del internet utilizando la ‘@’, pero nos topamos con el problema de que la @ es un símbolo que no tiene pronunciación. Luego se sustituyó la ‘@’ por la ‘x’, pero nos volvimos a encontrar con el problema de la pronunciación. ¿Qué pasó entonces? La bloguera Sophia Gubb sugirió a la ‘e’ como terminación para el género gramatical neutro y desde ahí se adoptó. 

¿Cuáles son y cómo se usan?

Partiendo del uso de la ‘e’ como terminación, se estableció como pronombre no binario ‘elle‘,para referirse a las personas que no se identificaran ni como femenino ni como masculino. Por ejemplo, si tu pareja es persona no binaria, le presentas como: «Elle es mi novie». 

Pero los pronombres no binarios, como ya hablamos al principio, también se utilizan para dejar de poner al género masculino como sinónimo de persona, invisibilizando a las mujeres y a las personas no binarias. Entonces si estás con un grupo de varias personas que son de distintos géneros, aunque no haya una persona no binaria entre ellos, dices: «Elles son mis amigues, dos son mujeres y uno es hombre». 

También se recomienda su uso si vas a hablar de alguien en general, ya que no sabes cómo se identifica. Por ejemplo: si alguien quiere comprarse un vibrador, elle debe ir a una sex shop. Y lo mismo cuando hablas de alguien a quien no conoces, preguntas: «¿Tienes novie? ¿Cómo se llama?». Así no presupones el género de una persona ni das por hecho que tiene que ser o mujer o hombre. 

Como ya vieron, en realidad es bastante sencillo usar pronombres incluyentes. Sin embargo, muchas personas se les oponen como si los estuvieran reclutando para el Frente Nazional por la Familia. El argumento más popular es que ‘estamos destruyendo nuestro preciosísimo idioma’.

No, mi amor, aquí no se está destruyendo nada más que el androcentrismo de utilizar al hombre como sinónimo de persona cada vez que generalizamos en masculino, y la ‘microdiscriminación’ de negarle a una persona que no se siente ni como femenina ni como masculina una palabra que sí la represente. Además, el español ha cambiado tanto que si ahorita reviviera Isabel la Católica, nos ejecutaba a todos por ‘destruir su preciosísimo idioma’. 

El lenguaje no solo se trata de símbolos que usamos para comunicarnos, es un reflejo de nosotros como sociedad. Y al negarnos a incluir a todas las personas en él con, por ejemplo, pronombres no binarios, estamos reflejando una sociedad binaria, excluyente y discriminatoria. 

Así que te pregunto, Homosensual, tú tienes el valor… ¿o te vale? 

Fuente: Soy Homosensual, Diario El Diverso