Camila, una mujer transgénero de El Salvador, fue asesinada pocos meses después de que fuese deportada de Estados Unidos. De acuerdo con una organización civil del país, la mujer formó parte de una caravana migrante que partió el año pasado con la intensión de ingresar a los Estados Unidos en busca de une mejor vida.

Camila fue reportada como desaparecida a finales de enero, por lo que la Asociación Aspidh Arcoiris Trans, una organización que defiende los derechos humanos de las personas LGBT en el país, comenzó su búsqueda hasta que dio con ella el Hospital Nacional Rosales.

“Queremos justicia y que estos casos se investiguen y que se apliquen los procedimientos del Código Penal reformado cuando se encuentre a los responsables. Aunque hemos empezado mal el año, esperamos que estos delitos establezcan precedentes para que también haya un marco legal positivo que regule la situación de las personas trans, especialmente la situación de violencia e inseguridad”, explicó la Asociación Aspidh Arcoiris Trans.

La mujer ingresó en el hospital, ubicado en la capital salvadoreña, el 31 de enero con múltiples lesiones en el cuerpo. Finalmente, Camila falleció el pasado 3 de febrero. De acuerdo con los reportes, ella fue encontrada en la Carretera de Oro, en el municipio de Soyapango, en las afueras de San Salvador.

Activistas locales informaron que Camila recibió múltiples amenazas en su contra, las cuales la llevaron a viajar a Estados Unidos en una de las caravanas migrantes que salieron de Centro América. Tras su deportación el año pasado, vivió en el país cerca de 5 meses antes de ser asesinada.

“Ella emigró a los Estados Unidos. Debido a las amenazas que había recibido, pero fue deportada porque no le creyeron”, dijo Aislinn Odalys, una activista defensora de los derechos LGBTI.

Camila es la segunda mujer asesinada en el país en el último mes, el otro caso es el de una mujer identificada como Lolita, quien fue asesinada a machetazos el 8 de febrero. El crimen se registró en la ciudad de Sonsonate.

Pese a que, en 2015, el Código Penal se reformó para agravar las penas de cárcel a quienes cometan homicidios motivados por el odio, los casos de estas mujeres no han sido clasificados por las autoridades como crímenes de odio basados en la transfobia.

“Es lamentable que, aunque tengamos a disposición los artículos del Código Penal que tipifican los delitos cometidos contra las personas trans, no se pongan en práctica”, señaló Tatiana Molina, otra activista LGBT y reina de belleza en el país.

Fuente: Washington Blade, Diario el Diverso, DESASTRE