Nayyef Hrebid, traductor del ejército de Estados Unidos, y el soldado iraquí Btoo Allami se enamoraron en plena guerra de Irak. Su peculiar historia fue llevada a un documental llamado «Out of Iraq, a love story». Hrebid cuenta la primera vez que sus ojos se toparon con la figura de Allami mientras los soldados descansaban después de un combate: «Un día estaba sentado al aire libre y vi a un muchacho saliendo de la zona de duchas. Tenía el pelo negro y brillante y además estaba sonriendo. Y yo sólo pensé: ‘¡Oh, Dios mío, qué guapo que es!»
Pronto nació una relación entre ellos. Pasaban mucho tiempo juntos entre misiones, tomándose fotos, conversando. Sus compañeros, con diferentes reacciones, se dieron cuenta de lo que había entre ellos. En 2009, Nayyef Hrebid consiguió asilo por parte del gobierno de los Estados Unidos, pues su estadía en Irak era peligrosa por dos motivos: el servicio que había prestado al enemigo y por su relación con Btoo Allami, que levantaría comentarios y prejuicios en su país natal.
Tras varios intentos fallidos y prolongados trámites, los jóvenes lograron establecerse juntos, se han casado y viven en Seattle, desafiando la guerra, la muerte y los prejuicios que condenan a las personas por pensar y querer llevar una vida diferente.
Historias semejantes a ésta se dan en muchos de los cuarteles militares del mundo. Los soldados están obligados a pasar varias semanas o meses al lado de sus compañeros en largas misiones que estrechan sus relaciones, donde surgen amistades para toda la vida, donde las confidencias crean vínculos que se convierten en amor.
En los Estados Unidos, la situación de los militares homosexuales es muy semejante a la de habitantes de raza negra, inmigrantes o ilegales: episodios de intolerancia, rechazo y prejuicios los asaltan en su día a día. No es para sorprenderse: la nación del Norte de América es una de las más intolerantes del mundo hacia aquello que califica de “diferente”.
El fotógrafo Vincent Cianni ha recopilado, a través de visitas a bases navales y militares de ese país, imágenes y testimonios de mujeres y hombres que han tenido que abrirse paso, con dignidad y valentía, en un mundo militar que no siempre ve con buenos ojos las tendencias ajenas a un mundo machista.
La vida en los campos militares no es fácil para nadie: son muchos meses alejados de sus familias, recluidos en misiones lejos de su país de origen y una férrea disciplina. Muchos soldados llegan a enlistarse en el ejército de los Estados Unidos (o de cualquier otro país) para huir de problemas familiares, sentimentales o económicos. El fervor a la patria siempre viene acompañado de la intención de huir de una tragedia personal o una insoportable condición que los margina.

