Encontramos en Bogotá el show que se está robando las noches latinas: La Diva Chiky Lorens.

Chiky Lorens no hace play back o doblaje porque no concibe que el arte travesti pueda brillar detrás de algo que ya existe. Tal vez por eso se decidió, hace 17 años, a ser ella misma.

Yo soy un batido: tres gotas de diva de los 50; media libra de grilla (naca); una libra de mujer (miss Venezuela si es posible); dos libras de futbolista, varias profesiones, un libro y un pasaporte lleno de sellos. Licuaron y salió la marica

Con ese ‘ armamento’, recargado por varios años siendo la única y polémica drag queen de la televisión en su natal Venezuela, la Chiky Lorens conquistó el formato Stand Up Comedy. Le aplicó estética propia al show, donde la única regla que hay en escena es la no negación: “En mi stand no hay ‘no’. Hay ausencia de la negación para que todo fluya”.

Su espectáculo no está 100 por ciento concebido para la comunidad gay. “Está cultivado en la comunidad gay puesto que yo soy una marica” dice. Pero el 90 por ciento de las situaciones que cuenta en el escenario son reales. Cosas que sólo le pasan a la Diva Chiky Lorens.

Lo más interesante es que ha descubierto cierto morbo en el público hetero. Dice meter en un teatro “cinco maricas y 26 personas hetero, con hijos”.

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Reconoce que lo ‘negativo’ de su show es que no se sabe retractar. Si hace un chiste y alguien se ofende, lo mejor que puede hacer ─como dice Chiky Lorens─ es levantarse y salir, porque seguro se pondrá peor.

Latino américa a sus pies

Nunca ha planeado salir definitivamente de Venezuela aun con propuestas de una vida estable por fuera. Confiesa, entre lágrimas, que tiene muchos apegos al país que le ha dado lo que a muy poca gente: “El privilegio de ser lo que yo quiero ser. Me sigue dando reconocimiento, me sigue ando aplausos“. No tiene la visión de cambiarlo para fregar platos en medio de las sombras de otro país, dice Chiky Lorens con humildad.

A Panamá llegó gracias a un productor venezolano que la admiraba. Trabajaba en una prestigiosa cadena hotelera y le propuso hacer un espectáculo, con gran número de venezolanos que allí vivían. Recuerda con humor Chiky Lorens:

Él lo organizó todo: cerró un salón en el hotel, cobró 20 dólares la noche, daban un cóctel de bienvenida. Mientras la gente bebía la marica decía tres groserías y ese era el stand up.

El evento calculado para 20 personas se llenó con 72. Esto la llevó a Panamá cinco veces más, siempre con un número más grande de espectadores.

República Dominicana recibió a La Diva en una fiesta privada con los hoteleros más importantes del país. Allí estalló su show durante un completo fin de semana. Desde ya planea volver para hacer un espectáculo abierto al público.

Fue la invitada internacional al festival de Curazao 2017. Un espectáculo especialmente diseñado para ella fue montado por la comunidad LGBT del país, que es muy reducida. Desfiló los 14 kilómetros de recorrido despelucada y entaconada bailando tumba:

Fue un boom. Nadie me entendía y yo no los entendía. Todos nos reíamos.

De Argentina dice que tiene un mundo travesti al que no estamos acostumbrados. “No hay ninguna marica que llegue con plataformas a brincar; eso está caduco” cuenta chiky Lorens.

Las artistas (del transformismo) compiten con actrices de novela y duros nombres de las tablas para llenar los más de 15 teatros de la Avenida Corrientes de BuenosAires. Todo en una misma noche. Gana la que al día siguiente sale en primera plana.

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Chiky Lorens nunca olvida lo mucho que le debe a Venezuela. No le reclama nada tampoco, aunque asegura que en otra situación hubiese sido la RuPaul latina.

‘Traspasando’ Colombia

Cree en la cábala y en uno de sus principios que dicta: la curiosidad es la mejor aliada de la amistad. Llegó a Colombia a presentar un casting para una reconocida cadena de televisión nacional que la había visto en la televisión venezolana.

Pero una cosa es La Chiky Lorens en Instagram y otra la Chiky en vivo: es como ver cinco fotos de ella pero al mismo tiempo. “Cinco kilos de marico”, como dice ella.

No era lo que buscaba el canal en ese momento: “nada más alguien bonita que pareciese que se viste de mujer”. Pero esta era una casilla muy pequeña para La Diva Chiky Lorens.

Se quedó con el orgullo de saberse tanto, que era demasiado para la televisión colombiana, aunque sin el papel.

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Y casi sin esperanza, pues el bar donde quería pasar el mal trago terminó vejándola y dejándola, literalmente, “vestida y alborotada” en la calle. Un mini escándalo que conectó a La Diva con uno de sus antiguos seguidores. Este, casualmente, era miembro del staff de trabajo de Oh My Drag!, la plataforma de espectáculo drag más grande del país.

I M P A K T A D A

Jamás pensó que en un país tan mojigato existiera una empresa que se dedicase exclusivamente a la producción de espectáculos e importación de arte transformista.

Se enamoró inmediatamente del proyecto. “Creamos un vínculo sumamente interesante” relata Chiky Lorens. Recuerda el boom que no se esperaban con el primer stand up comedy realizado por una drag queen. No pasó desapercibido y terminó por llamarse Stand Drag Comedy.

Ni un minuto exento de performance: el primer anuncio de su presentación en Bogotá salió a las redes un martes a medio día. Planeaban reunir 30 personas la noche del miércoles siguiente. Terminaron llegando más de 90. Así lo relató Chiky Lorens:

Su rotundo éxito la llevó a hacer el show de cierre del WETRADE 2018, frente a más de 12 países invitados, superando las expectativas de ─como ella dice─: “la marica venezolana”.

Además fue la host oficial del Hallow Queen, la primera fiesta temática de Halloween realizada por chicas drag en Bogotá, también producida por Oh My Drag!, la marca con que espera emprender una gira de shows por el resto de países sudamericanos.

Un éxito, dice Chiky Lorens, cultivado en siempre mirar por encima de la pared del infinito: “Levántate todos los días con el mentón en alto, mira por encima y posate sobre ella, sólo así llegarás al éxito”.

Fuente: Soy Homosensual, Diario El Diverso