Ya no es una novedad que las grandes corporaciones que trabajan las temáticas LGBT, absorban líderes y los conviertan en personal de escritorio, lo novedoso es que les prohiban, a modo de patrono, participar del activismo o en su defecto, mantener alianzas con aquellas organizaciones que los construyeron como líderes o empoderaron.

En Ecuador, la Corporación Kimirina es acusada de esta práctica que no solo es desleal, sino divisionista. A partir de la conclusión de la 9na Ronda del Fondo Global en Ecuador, y de la cual Kimirina era receptor principal, sus formas de trabajo con la sociedad civil o los Sub RP (Sub receptores) en especial organizaciones comunitarias, cambio por completo. Presentaron una nota conceptual al Fondo Global, cuyo meollo principal era el descabezamiento de las organizaciones comunitarias.

En términos no técnicos y más digeribles, su propuesta se basó, ya no en realizar convenios de trabajos con la organizaciones de la sociedad civil LGBT, sino que además solicitar, en esa primera instancia, los mejores perfiles para contratarlos como personas naturales y así evitar el convenio jurídico en Ecuador.

De esta forma metodológica, poco a poco las organizaciones comunitarias fueron decayendo, al punto algunas de desaparecer. La corporación Kimirina basó su empoderamiento en compra de materiales y equipo, pero nunca en la auto sustentabilidad. Aún mucho peor, al personal que contrató directamente de estas organizaciones comunitarias, se les prohibió verbalmente, la vinculación con sus colectivos comunitarios de origen.

A qué se debe esto? A qué teme una institución tan sólida, no solo en Ecuador sino a nivel regional? Posiblemente no tenga que ver con una política institucional, pero si, con la falta de previsión al aplicar la Nota Conceptual del Fondo Global, al no dar auto sustentabilidad a estas organizaciones.

Más aún, este ejemplo de institución deja claro que tampoco empezó con personal administrativo LGBT, que a lo largo del desarrollo de sus proyectos fue vinculando y que dicho esto, sabemos las falencias de la comunidad, que al final terminó germinando un divisionismo no institucionalizado, a partir de las diferencias personales de sus nuevos miembros.

En todo caso no es una novedad que exista falencias en la aplicación de los proyectos del Fondo Global en Ecuador y en los países receptores, y eso no hablando concretamente del desarrollo de la propuesta en sí mismo, sino en su forma técnica de aplicación.

En Peru, existe otro caso similar. Los grandes receptores han terminado por desmembrar a las organizaciones comunitarias, a partir de la falta de responsabilidad social con sus contrapartes.

Si en tu país ocurre cosas similares con el Fondo Global, los RP o Sub RP, escríbenos al DiarioElDiverso@gmail.com