Noticias horribles que nos amargan el día pero que nos llenan de fuerzas para seguir luchando contra la intolerancia, contra la LGTBIfobia, contra todo lo que no sea amor y respeto.
La policía noruega ha decretado como un atentado terrorista lo que aconteció a solo horas de la manifestación del Orgullo en las calles de Oslo. Un hombre noruego de origen iraní, de 42 años, ingresó al London Pub, un bar LGTB, y comenzó a disparar a quienes se encontraban ahí. Era la madrigada del sábado 25.
Fallecieron dos personas y más de 20 resultaron heridas. El agresor estaba en la mira de la policía y ya había tenido encontronazos con agentes.
“El tiroteo en el exterior del London Pub de Oslo es un ataque horrible y profundamente espantoso contra inocentes”, publicó en Facebook el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store.
Después del atentado se canceló la manifestación del Orgullo, pero miles de personas se acercaron de todas maneras para dejar flores, para caminar con la bandera arcoíris y letreros donde podía leerse: «las balas no pueden matar el amor».

Fuente: Revista Oveja Rosa, Diario El Diverso.
Hay mucha LGTBfobia por el mundo y para luchar contra ella no bastan los modales que hemos usado hasta ahora. Debemos ser más eficaces.
Quienes no vivimos del modo en el que el sistema patriarcal esperaría, tenemos que ser más fuertes, y para ello tenemos que dejar atrás el individualismo exacerbado que ha marcado los últimos años. Debemos organizarnos mejor, al menos de un modo tan eficaz como aquel de la gente que se encuentra todos los fines de semana en sus diferentes templos. En torno a una nueva religión no dogmática, atea/agnóstica (o por lo menos no teísta), feminista, antirracista, ecologista y aliada de LGBTIQ+ lo estaríamos, y podríamos conseguir que se estableciesen comunidades de mujeres, hombres y personas de géneros no binarios en muchos lugares, autogestionadas y con fuertes relaciones de cuidados entre sus integrantes.
En el blog infinito5.home.blog escribo sobre ella
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