La Point Park University, en Pittsburgh, Estados Unidos, anunció que se “podrían tomar medidas” contra aquellos que no respeten los pronombres de sus compañeros.
Un debate que actualmente se da en la sociedad es el de cómo hacer uso de una comunicación efectiva para integrar en vez de discriminar. De ahí nació el llamado lenguaje inclusivo, aunque no muchos están de acuerdo con su uso, porque lo consideran innecesario. Sin embargo, guste o no, es importante respetar las posturas.
No obstante, los defensores del lenguaje inclusivo son constantemente blancos de burlas por esta forma de comunicarse. Por ello, la Point Park University, en Pittsburgh, Estados Unidos, recientemente emitió un comunicado para condenar toda discriminación contra las personas que hagan uso de este lenguaje.
Según reseñó Campus Reform, medio estadounidense especializado en educación, la Oficina de Equidad e Inclusión de esta universidad informó vía correo electrónico que los estudiantes que “se podrían tomar medidas” contra aquellos que no respeten los pronombres de sus compañeros.
Y es que, aquellos que no se identifican con su género de nacimiento, o las personas no binarias, prefieren ser llamadas de una manera en específica y el irrespeto de esa decisión será sancionada por la casa de estudios.
“Se espera que cualquier individuo que haya sido informado de la identidad de género, los pronombres o el nombre elegido de otra persona respete a ese individuo”, señaló el comunicado. A lo que añade que se tomarán acciones de ocurrir alguna discriminación.
“Si bien la Universidad reconoce el aspecto de la intención versus el impacto, debemos reconocer que independientemente de la intención, si un individuo se ve afectado de una manera dañina, se podrían tomar medidas si se presenta una queja”, añadió el texto.

Fuente: Upsocl, El Diverso
Lo de usar el lenguaje inclusivo es más fácil en inglés pero en español, aunque suene chocante, hay que intentar usarlo. El mundo ha cambiado y no podemos seguir tomando palabras en género masculino como algo válido para todos los géneros. En todos los países hay un gran sector de la población que no quiere aceptar que el mundo cambió. No debemos dejar que prosperen. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infinito5.home.blog escribo sobre esto.
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