Kathleen Stock, profesora de la Universidad de Sussex, en Inglaterra, tiene una postura feminista radical la cual ha sido rechazada por un grupo de estudiantes. La consideran “transfóbica”.
Una docente de filosofía la Universidad de Sussex, en Inglaterra, enfrenta una campaña de acoso luego de emitir su opinión respecto a los derechos de las personas trans. A un grupo de estudiantes no les agradó que Kathleen Stock, quien es experta en género y orientación sexual, dijera que las las mujeres trans no son mujeres.
Stock, de 48 años, ha recibido amenazas y desprecio por colectivos de esta universidad luego de la publicación de su libro Material Girls, en mayo de este año. En su texto habla sobre sexo e identidad de género, fijando el argumento de que la feminidad y la masculinidad se determina por el sexo biológico y no por el género o la identidad de género, según reseñó Daily Mail.
En su exposición, Stock sostiene que las mujeres trans no son esencia mujeres, por lo cual ha pedido también que se prohíba que estén en los vestuarios de mujeres. “Muchas mujeres trans siguen siendo hombres con genitales masculinos“, dijo en 2018.
Todo esto ha causado gran revuelo en la casa de estudio, donde señalan a Stock de transfóbica e incluso exigen su renuncia. Pero esta vez la universidad se ha puesto del lado de la docente, mostrando preocupación por el acoso que ha vivido.
“Estamos profundamente comprometidos con ser una universidad segura e inclusiva, que valora y promueve la igualdad y la diversidad, busca resolver conflictos, promueve las buenas relaciones y defiende la libertad de expresión legal“, dijo un portavoz de la universidad a Daily Mail.
“Como comunidad universitaria, debemos poder tener discusiones complejas sin intimidación ni acoso. Siempre tomaremos medidas rápidas cuando esto ocurra”, añadió.

Fuente: Upsocl, El Diverso
Estas querellas entre feministas transexcluyentes (TERF) y personas LGBT que a menudo se sienten queer lo único que consiguen es beneficiar al enemigo real; el heteropatriarcado retrógrado que amenaza nuestras sociedades desde la extrema derecha. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infinito5.home.blog escribo sobre esto.
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